Libro seleccionado. Muy interesante:

¿Qué es un ecosistema emprendedor?




España es país de hubs. A diferencia de otros países de Europa donde una capital monopoliza el ecosistema emprendedor y a lo sumo una segunda urbe la complementa, Barcelona y Madrid llevan años situadas en el top 10 del emprendimiento digital europeo, con Valencia consolidando su estatus de tercer ecosistema nacional, y a cierta distancia Bilbao y Málaga sumando cada vez más logros.


Esta diversidad, analizada en diferentes medios y considerada por unanimidad positiva, replica en cierta manera la evolución de Estados Unidos, la cuna de la startup, un lugar donde Silicon Valley y por extensión California han desempeñado durante décadas el rol de amo y señor, pero donde también han surgido de forma escalonada polos de innovación alternativos como Nueva York, Denver o más recientemente Miami cuyo modelo se analizará en Digital Summit 2021 que Valencia acoge en diciembre.
El ecosistema de startups en España. Retos y singularidades

Para entender el caso español es necesaria una mínima asignación de roles. Aunque Madrid (1.235) y Barcelona (1.197) exhiben una cantidad similar de startups según el último informe de MWC sobre el ecosistema (2019), la primera se define además por una presencia mayoritaria de los fondos de inversión y por un dato fuertemente corporativo: 21 de las 35 empresas que cotizan en el Ibex tienen allí su domicilio. Barcelona, en cambio, bebe de una tradición disruptiva que arranca con el 22@, un distrito enfocado en las TIC desde comienzos de comienzos de este siglo.

Respecto a la clase de propuesta, si Madrid simboliza sobre todo el B2B y Barcelona descolla en el B2C, Bilbao, y por extensión el País Vasco, es un área especializada en la industria 4.0, un nicho suficientemente importante como para armar otro polo de atracción bien respaldado por el capital local y un régimen fiscal-foral más favorable.



El episodio de la Comunidad Valenciana, muy coral, es digno de mención, ya que cuenta con aceleradoras especializadas como GoHub, Innsomnia, Social Nest o KM Zero, en expansión como Lanzadera o Demium, pioneras como Draper B1 (la antigua Bbooster, primera aceleradora en España) o Plug and Play (con su backoffice europeo establecido en Valencia); además de referentes emprendedores con trayectoria (Iker Marcaide e Iñaki Berenguer, entre otros) y porvenir (Jeff, Zeleros, Voicemod, Streamloots, Zeus, Sales Layer y Quibim, entre otros); instituciones académicas de prestigio (UPV, UV, EDEM, UA, UJI, UMH) de donde han salido spin-offs como Corify Care o iPronics; y diversas organizaciones y eventos que sirven de catalizadores .

Málaga, por último, explora una senda única donde confluyen la colaboración público-privada (con Málaga TechPark como paradigma), los recientes desembarcos multinacionales (Google y Vodafone) y algún triunfo sonado (Freepik).



Factores que impulsan la cultura emprendedora

¿Existe una fórmula mágica para crear desde cero un ecosistema ganador? Los activos que suman puntos en esta competición cada día más global son sobradamente conocidos. Infraestructuras, universidades, fiscalidad, ayudas y legislación laboral forman un paquete de esenciales a los que hay que añadir intangibles como la calidad de vida, el clima y el carácter tolerante y dinámico de la ciudad en liza. Por encima de cualquier otro factor, sin embargo, está la dupla talento-inversión. Michael Bloomberg lo ha expresado así en más de una ocasión: “El talento atrae al capital más rápido de lo que el capital atrae al talento”. Conclusión: si hay buenas ideas y mejores ejecuciones, un hub es posible en cualquier parte.

Oficialmente, España cuenta sus unicornios con los dedos de una mano: Cabify (Madrid), Glovo y Wallbox (Barcelona), Flywire (Valencia). Pronto podrían engrosar esta lista compañías como Typeform, Jobandtalent o Wallapop. Según The Venture City, el fondo liderado por Laura González-Estéfani, excepto en Estonia y Portugal, la ratio española inversión per cápita – unicornios generados no tiene parangón en Europa.

Pese al diferencial de liquidez con otros países del entorno, los fondos muestran su ambición y las operaciones cerradas son cada vez más llamativas. En lo que va de 2021 el desembolso en España rebasa los 2.170 millones de euros a través de 201 operaciones entre las que destacan las rondas de Glovo (450 millones), Idealista (425), Wallapop (157) y Travelperk (132). Este dato contrasta con el resumen de 2020, donde la pandemia marcó una revisión a la baja de ejercicios anteriores (1.106 millones sumando fondos nacionales y extranjeros y 338 operaciones).

¿Qué se echa en falta? Tal vez una participación más decidida de las grandes corporaciones españolas en la conformación del ecosistema, en la línea del camino seguido por Banco Sabadell o Telefónica, y con especial mención a un sector financiero que aloja a cuatro entidades españolas en el top 100 mundial pero no se lanza, con la fuerza que cabría esperar, al coso de la nueva economía.



La panorámica que Juan Luis Hortelano, presidente de Startup Valencia, ofrece sobre la ciudad, permite describir con un ejemplo real cuáles son los hitos que debe alcanzar cualquier hub para quedar incluido en las grandes ligas.

Fuente: Karina Birrueta. startupvalencia.org

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