Emprendedores del ganchillo
A muchas familias, la crisis las ha enfrentado a situaciones ajustadas. Ante la dificultad, hay gente que ha decidido arriesgarse y sacar nuevos negocios adelante. Son los conocidos como emprendedores, que han abierto diversos negocios en la ciudad. Uno de ellos es Lanaterapia, una tienda que trabaja la lana, los bordados, la calceta, el ganchillo o la costura y que se han especializado en los amigrumis, muñequitos hechos a mano en ganchillo. Estos trabajos comenzaron siendo una afición para Ana Luaces y ahora se han convertido en un negocio ante la crisis.
Ana Luaces se dedica a la estética, pero tras haber tenido una reducción de jornada y su marido, David Cancela, haberse quedado en el paro, han decidido convertir su proyecto realidad. "Nos veíamos muy ajustados, yo empecé a hacer muñequitos de estos, a enseñar por internet cómo se hacen y a compartir patrones. La gente más cercana empezó a pedirme cosas, un muñequito, que le bordase un babero o el mandilón del niño para el colegio. Al principio no cobraba nada porque lo haces por afición, pero después vimos ahí la ocasión. Juntamos el poquito dinero que tenemos y lo hicimos de manera oficial", explica.
La idea es que ellos venden los materiales para que cada uno haga lo que quiera. Si no sabe hacerlo puede asistir a uno de sus cursos y si es alguien "muy vago, muy vago, muy vago", por un módico precio, Luaces hace personalmente lo que desee el cliente. "La novedad, porque no vimos nada de este estilo en A Coruña, a pesar de que en Vigo sí que hay unas cuantas tiendas de esto, es que nos especializamos en amigrumis, que son muñequitos tejidos a ganchillo", explica. "Pero no solo hacemos eso, tenemos hilo para bordar, telas para punto de cruz, todo tipo de bordados, hilo de algodón, lanas de diferentes grosores con vista al invierno, diversos productos de ganchillo y demás".
La tienda abrió sus puertas al público hace una semana en el número 38 de General Sanjurjo al ver que las manualidades se han vuelto a poner de moda. "Hay un resurgir en este sector, estoy segura de que es por la crisis, que trae cosas malas, pero también trae cosas buenas. La gente ahora se para un poco más en hacerse sus propias cosas". Gorros, cuellos o chales son algunas de las manualidades que se pueden hacer o encargar en la tienda. También venden muñequitos de razas de perros, de Hello Kitty, de Stars Wars y un largo etcétera. "Esta es una buena propuesta para un regalo ya que se da un objeto muy personalizado y aún por encima hecho a mano".
La edades en el mundo de las manualidades también han variado. El público maduro ya no es el único interesado en este arte, sino que cada vez más, la gente de todas las edades decide crear sus propios diseños. "Antes, tener una conversación sobre el tema de ganchillar o bordar tenía que ser con una persona que pasase de los 60 años y hoy en día desde los 20 o los 30 años ya hay mucha gente deseando aprender y hacerse cosas.", aclara Luaces. "La verdad es que te sientes realizado cuando eres tú mismo el que hace algo y, después, lo muestras con orgullo". Fuente: La Opinión La Coruña.
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