Estimulo europeo a los emprendedores
Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión Europea, estuvo recientemente en Madrid durante la celebración del Spain Startup & Investor Summit, bien acompañado por representantes de las principales multinacionales, escuelas de negocio y miembros de la patronal, para hablar de "emprendedores" y de "espíritu emprendedor".
En el encuentro, por enésima vez, se anunció la próxima creación de un Fondo Europeo para Apoyo a los Emprendedores dotado con notables cantidades provenientes del Banco Europeo de Inversiones. En concreto solicitó de este Banco que aporte 1.400 millones para operaciones de capital riesgo.
¿Qué es ser emprendedor?
Son muchas las dudas que se abren a partir de un anuncio de estas características. La primera reflexión es que el concepto de emprendedor encubre o vale para todo. Ya ha quedado demostrado que el sistema de aportaciones de capital en la fórmula de capital riesgo, tal y como está articulado en el sistema europeo, difícilmente puede ayudar al emprendedor medio español, que trabaja de forma independiente, no constituye sociedad y cuya principal aportación es su capacidad de imaginación y esfuerzo. Estos sistemas financieros sirven adecuadamente para pequeñas empresas de tipo medio, con un nivel de maduración del proyecto suficiente, pero que necesitan de un impulso de capital para abordar nuevas inversiones y que pueden producir una rentabilidad al capital a un relativo corto plazo para su posterior salida.
Bienvenido sea este fondo para ayudar a este tipo de empresas, pero no es lo que necesita prioritariamente el autónomo español, menos aún los nuevos jóvenes emprendedores.
Pero es que además se reitera con este anuncio otros anteriores que van pasando al baúl de los recuerdos. ¿Dónde han quedado los 70.000 millones de euros disponibles para inversiones en el BEI, del que ya se venía hablando desde la campaña electoral y que parecían ser el único remedio para implantar algún tipo de herramienta de crecimiento en los países de la UE? ¿Qué ha sido del remanente de los Fondos Estructurales del año 2010, valorados en 80.000 millones de euros con cargo a los cuales se articularía un Plan Europeo de Empleo Juvenil que debería favorecer a los países con mayor nivel de paro entre los jóvenes? ¿En qué vericueto del Parlamento Europeo se ha perdido el Fondo de Emprendimiento Social? ¿Cómo se puede entender que todavía en estas fechas no tengamos conocimiento de la puesta en marcha de la línea de microcréditos europea que se aprobó nada menos que en la Cumbre de Ministros Europeos de Empleo celebrada durante la presidencia española en Barcelona?
Éstas y otras preguntas deben tener respuesta antes de que la Cumbre Europea nos anuncie nuevas medidas estímulo. Seguro que en los largos pasillos burocráticos de Bruselas tienen la respuesta, pero desde luego la información no la tiene la opinión pública y menos aún los que esperan pacientemente poder beneficiarse de los prometidos programas de de apoyo e inversión.
Sebastián Reyna, secretario general de UPTA España. Fuente: El Economísta
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