Un emprendedor del siglo XXI
Dice Zaryn Dentzel que cuando uno nace en California le enseñan que de mayor puede ser astronauta o presidente de Estados Unidos, y que él echa de menos esa ambición en España. El chicoque pudo ser astronauta eligió ser empresario del ciberespacio en Madrid, crear una red socialque es la más utilizada por los jóvenes españoles, y derivarla cada vez más hacia el teléfono porque "la web ya no importa, solo importa el móvil. Si no tienes un smartphone no estás conectado".
Dentzel, de 28 años, respira ese aire de deportista acostumbrado al aire libre para el que debió de ser un esfuerzo titánico pasarse tres años de su vida "encerrado en una oficina bebiendo Red Bull" para crear su Tuenti, en el 2006. No fue su primera empresa --fundó una web de tipo político que fracasó--, tampoco la última porque su espíritu emprendedor busca horizontes en apoyar otros proyectos, como está haciendo con el fondo de inversión Mola.com, en el que participa con Bernardo Hernández o Enrique Dubois. O con la Fundación Príncipe de Girona, que promueve el talento de jóvenes emprendedores, con el mismo músculo que exhibe en sus bíceps.
LA RECETA
"Tenacidad y optimismo" es su receta. Y la ha llevado al extremo. Admite que cuando empezó Tuenti, al cabo de un año no sabía qué hacer con ella. "Tenía 30.000 usuarios, había gastado medio millón de euros y los inversores no me ponían más pasta", explica. "Hasta hace un año y medio no estuvo claro cuál iba a ser la dirección". La vía se llamó Telefónica, que compró la compañía para convertirla en la pieza clave de su estrategia móvil hacia los jóvenes con un operador móvil virtual para usuarios de la red con tarifas muy baratas de acceso a internet. "Una red social con voz", se presentan.
Y es que si para Dentzel la web es pasado, el SMS ya está más que muerto y las operadoras han de confiar en el tráfico de datos para seguir captando a generaciones que, según el creador de Tuenti, "estudiaran la digitalización del saber en la universidad dentro de 10 años" y que han hecho del Whatsapp su aliado.
LA VISIÓN
A Dentzel hay que reconocerle la visión por esto y por la segmentación de la publicidad. "Google no podía darnos anuncios personalizados según nuestros usuarios", declaró. El, que no es informático --se licenció en relaciones internacionales y literatura española, aunque cultiva la imagen de camiseta, tejanos y nomeafeito-- hizo lo que cualquier hacker: "háztelo tu mismo". El sistema ha sido el fuel del proyecto para el que confiesa que prefiere invertir en talento y creatividad que en ventas.
Para Tuenti todavía busca el nuevo foco. Ha cancelado un proyecto de videoclub por el poco caso que le han hecho los usuarios. Está acostumbrado, ya se lo hicieron los inversores y hasta los vendedores de servidores cuando era un chaval. Pero insiste. Como lo hizo para contratar a sus primeros 50 empleados porque era "una compañía de riesgo". El chico que pudo ser astronauta eligió el ciberespacio. Y sigue ahí, tenaz, valiente, tímido en la distancia corta y convencido de que los mejores negocios se hacen en tiempos de crisis.
Vía: Diario El periodico
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