Los emprendedores y el uso de las redes sociales
Con el tema de los emprendedores y las redes sociales, ocurre lo mismo que con la frase bíblica; aquella que dice “muchos serán los llamados, pero pocos los elegidos”, esto es debido a que si bien hay un gran interés por marcas y compañías de todo tamaño y sector productivo por subirse al carro del nuevo modelo y, de hecho muchas ya lo están haciendo, el problema es que al ser un tema totalmente desconocido, no se tienen en cuenta sus reales costes y beneficios.
Comencemos por los costes, si bien es cierto que crear un perfil o una página en Facebook no cuesta nada, la verdad es que al plantearse la aventura de las redes sociales como nueva estrategia para ampliar los mercados hay que tener en cuenta que de una u otra forma hay costes asociados, ya sean en dinero o en tiempo si se trata de un emprendedor que quiere desarrollar su proyecto.
Las redes sociales son ciertamente eficaces a la hora de construir marca y de posicionarse en el mercado, pero hay que conocer sus fortalezas y debilidades, de la misma forma en que hay que tener en cuenta el perfil de su público, para luego pensar en cómo impactarlo.
Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre las redes sociales, seguramente habrá oído hasta el cansancio que Twitter y Facebook no son para vender, sino que para estar y crear comunidad, cosa bastante de sentido común por cierto, pero las reglas están hechas para romperlas, de forma elegante, consciente, teniendo muy claro su objetivo y la creatividad del mensaje…
De la red global a la red local
Si su empresa o negocio tiene presencia física, está situado en un lugar físico determinado y la venta de sus productos se hace de forma directa, lo primero que tiene que hacer es delimitar su área de cobertura; tener muy presente los reales alcances físicos, para luego trasladarlo a la red.
Una vez que defina su alcance geográfico, identifique cual es el cruce de sus productos con sus potenciales consumidores…
Valor añadido y diferenciación
La idea de utilizar las redes sociales para promocionar su negocio y la venta de productos si bien está muy relacionada, se hace bajo pautas de conducta distintas a las tradicionales. No se trata de cambiar los volantes publicitarios que se buzonean por anuncios de Facebook…
En el nuevo modelo de negocios, el desafío consiste en encontrar el valor añadido exacto a sus productos y servicios, vinculándolo a temas afines o complementarios de interés para las personas que eventualmente pueden ser sus clientes.
Tal vez es posible lanzar una promoción vía Twitter, que ofrezca 30% de descuento en sus pizzas durante todo el fin de semana, pero para ello, deberá tener y alimentar una comunidad de usuarios que conocen su marca y que “por algo” lo siguen. El desafío es convertir “ese algo” que interese e impacte, mantenerlo en el tiempo, además de la reputación suficiente y el reconocimiento a su calidad, como argumentos a compartir entre sus usuarios.
Víaq: cronicaweb.com
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