El paro puso en marcha el proyecto de Natura Bissé
A los 50 años, Ricardo Fisas, tras quedarse sin trabajo decidió emprender con su familia la aventura de una compañía de cosméticos que factura 28 millones de euros al año.
Ricardo Fisas se vio en el paro el mismo día en el que cumplió los 50. Debido a la etapa de recesión de mediados de la década de los setenta, la empresa en la que Fisas trabajaba sufrió una reestructuración que afectó a su puesto de trabajo. Con una economía en crisis, 50 años y cuatro hijos aún en edad de estudiar, la situación no pintaba demasiado favorable para Fisas en 1979. Afortunadamente para él, guardaba un as bajo la manga: un hallazgo científico que lo llevaría del desempleo a saborear las mieles del éxito internacional.Fisas había trabajado en un laboratorio de estudios dedicado a la hidrolización de proteínas de colágeno, elastina y keratina, para el enriquecimiento de piensos animales. Durante estas investigaciones, él hizo un descubrimiento tangencial de lo más casual. “Noté que las manos de los que estábamos trabajando eran muy finas y estaban muy sedosas. Pensé que probablemente los hidrolizados de proteínas, con las cualidades que tenían, podían tener algún efecto cosmético. Hicimos pruebas a nivel clínico, con un éxito rotundo. El resultado fue tan espectacular que nos animaron a decir… tendrías que desarrollar la venta del producto final, porque esto es extraordinario”.Vistas las dificultades de volver a encontrar un trabajo interesante, Ricardo Fisas decidió crear su propio negocio con los pocos recursos que tenía a mano: su familia, sus amigos, y 800.000 pesetas conseguidas de la hipoteca de su casa. Una aventura de riesgo que no todo su entorno veía con muy buenos ojos. “Cuando comencé y le dije a mi esposa que íbamos a crear una empresa de cosmética pasó un año entero en el que solamente lloraba, ya que era un salto al vacío. Pero yo le dije a mi esposa: 50 años y en un momento de crisis… es muy difícil encontrar una empresa. O lo hacemos o no tenemos nada”. María Gloria Vergés, la esposa de Ricardo, recuerda estos momentos como muy complicados. “Fue un momento duro, a mí me costó muchísimo aceptarlo, porque me venía un problema encima tremendo. Realmente me asustaba. Y fue porque él que insistió, insistió, insistió… Se puede decir que la empresa nació a pesar mío, por decir algo”.Veintiséis años más tarde, la aventura de riesgo emprendida por los señores Fisas se ha convertido en Natura Bissé, una de las más importantes marcas de productos de cosmética a nivel internacional.ComienzosPara poner en pie su empresa, Fisas contaba con su descubrimiento químico, el apoyo de un pequeño equipo de científicos conocidos suyos, y con… las amigas de su mujer. María Gloria Vergés, hoy consejera delegada de Natura Bissé, recuerda estos primeros años como un tiempo en el que imperaba la ilusión y las ganas de aprender. “Cada una nos fuimos queriendo especializar en algo. ¿A ti qué te gustaría hacer? Pues yo me parece que me encarrilo más por la parte de números. Pues yo no, yo pienso que yo más trato con la gente… soy más extrovertida, pues me quedo en la parte comercial. Y nos fuimos distribuyendo cada una”.Natura Bissé salió inicialmente al mercado con cinco cremas faciales, lo que suponía ir en contra del funcionamiento de las demás compañías del sector. “Nosotros salimos solamente con cinco cremas al mercado. La gente decía: cinco cremas… ¿y qué más? Pues mire, no, cinco cremas para cinco problemas súper concretos que usted puede tener”. Con una confianza plena en la calidad de sus productos Natura Bissé cuenta, actualmente, en el mundo con más de 6.000 puntos de venta de sus productos.
Vía: expansión; blogalaxia, tags: iniciativa emprendedora
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