Libro seleccionado. Muy interesante:

El emprendedor que le dijo no al Señor Google


Google nada en liquidez. La empresa presidida por Eric Schmidt cerró el tercer trimestre del año en curso con 33.400 millones de dólares (24.926 millones de euros) en caja. Este colchón ha provocado que la compañía refuerce la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio, principalmente a través de adquisiciones. Dentro de esta estrategia, Google lanzó hace escasas semanas una oferta para comprar Groupon, compañía que explota una página web especializada en cupones de descuento. Con tres años de antigüedad y creada por Andrew Mason, Google estaba dispuesta a pagar unos 6.000 millones por comprarla. La adquisición habría sido la más cara en los doce años de historia de la empresa fundada por Larry Page y Sergey Brin, pulverizando los máximos anteriores (3.100 millones por comprar la empresa de publicidad online DoubleClick en 2008 y 1.650 millones por la web de vídeos YouTube en 2006).
Pero Google parece haberse quedado sin su presa, después de que Mason (nacido hace 30 años en la industrial Pittsburgh y definido por algunos como el próximo Steve Jobs -Apple- o Jeff Bezos -Amazon-) y el consejo de administración de Groupon hayan decidido mantener su independencia, por ahora. 
Mason pertenece a una corriente de emprendedores estadounidenses convertidos en empresarios casi por casualidad, hechos a sí mismos y autodidactas. Criado en Mount Lebanon (un suburbio de Pittsburgh) e hijo de un vendedor de diamantes y de una empresaria de fotografía, con quince años puso en marcha su primer negocio conocido, Bagel Express, un servicio que, cada sábado por la mañana, repartía a domicilio los conocidos panes de harina de trigo con un agujero en el centro. Un año después, empezó a reparar ordenadores junto a un amigo. El fundador de Groupon, que nunca se planteó convertirse en un empresario de forma decidida, adoraba la música (toca el piano, ha dirigido musicales como Jesucristo Superstar y formó parte de un grupo de rock -Planet of the Plants-) y, por este motivo, se trasladó a la ciudad de Chicago para estudiar música en Northwestern University. A pesar de que se graduó en 2003 y que empezó a trabajar en un estudio de grabación (Chicago's Electrical Audio), su pasión por los ordenadores le llevó a cambiar la música por Internet. 
Mason se incorporó a la compañía de diseño de páginas webs para empresas InnerWorkings. Allí conoció a Erik Lefkofsky, que con el tiempo se convertiría en socio de The Point, web creada por Mason que permite a cualquier internauta lanzar campañas populares y buscar fondos online. De esta red social surgió la idea de crear Groupon, que agrupa los cupones de descuento de restaurantes, hoteles y cines, gimnasios, con rebajas de precios que oscilan entre el 50% y el 90%. Los usuarios tienen que registrarse para beneficiarse de estos cupones que la compañía envía a diario a través de una guía, gratuita, por correo electrónico. Los clientes sólo pagan a la empresa de Mason una comisión en caso de utilizar los descuentos. 
La compañía del emprendedor, que reside en el barrio de Chicago Ukrainian Village, cuenta con trece millones de usuarios y espera llegar a 25 millones el año que viene. Sus servicios se comercializan en 150 ciudades de 19 países y 7.000 empresas ofrecen descuentos a través de la página web. Actualmente sus ingresos mensuales ascienden a 50 millones de dólares, según la publicación especializada All Things Digital. La empresa, que no difunde sus resultados pero que asegura que es rentable desde los seis meses siguientes a su creación, cerró hace meses una ronda de financiación por 170 millones. La operación dio entrada a inversores como Accel Partners, Battery Ventures, New Enterprise Associates y la rusa DST Global.
Groupon, que compite con empresas como LivingSocial (que ha recibido una oferta por parte de Amazon), ya mantuvo contactos para su venta con Yahoo! por cerca de 3.000 millones. Ahora Mason también ha dicho que no a Google (porque cree que su empresa vale más) y el mercado especula con que la empresa podría optar por salir a bolsa en 2011. ¿Habrá acertado con su negativa? 
Vía: Gemma Martinez, Expansión

Comentarios

Adolfo Portiz ha dicho que…
Bueno, es cosa de intentar ponerse en sus zapatos. Mason, por lo que describes, no es un individuo voraz para el dinero. Procede de una familia empresaria.
Creo que si logró un negocio que le proporciona ya todo lo que puede comprar el dinero, su estímulo se enfocará en el poder, aunque pierda unos cuantos millones.
Yo creo que hizo bien; si con ese capital no puedes darte ese lujo, entonces ¿Para qué acumularlo?

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