El 12 por ciento de los universitarios baraja como salida laboral el autoempleo
Los alumnos con mayor espíritu emprendedor de la UVa se forma en carreras de Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales o Humanidad.
¿Quién dijo que el espíritu emprendedor es patrimonio de los pupilos de Económicas y Empresariales? Según un estudio del departamento de Organización de Empresas y Comercialización e Investigación de Mercados basado en un revelador informe matriz de la Fundación General de la Universidad (FGUVa), los alumnos de las carreras de Ciencias de la Salud, los futuros educadores sociales, geógrafos e historiadores del Arte están más dispuestos a asumir el riesgo del autoempleo. Una salida laboral que se ha cruzado en las perspectivas del 34,5% de los matriculados en los últimos cursos, aunque sólo un 12 final lo baraja como algo más que probable.Sobre una muestra estadística de más de 2.000 alumnos de los cuatro campus, el sentido de esta doble iniciativa del Observatorio Profesional de la Fundación y los investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales es trazar una radiografía de partida que «permita reorientar las actuales políticas de la Universidad y fomentar este espíritu», explica Rocío Blanco, del departamento de Formación y Empleo de la FGUVa, desde el que ya se programan seminarios y jornadas a tal efecto. Entre las conclusiones clave, precisamente que el 85% de los alumnos con perfil emprendedor afirma que la UVa no los «motiva», que un 80,8 estaría dispuesto a participar en cursillos especializados sobre el tema, aunque el 78,1 cree conveniente incluir los contenidos relacionados «con la creación y gestión de empresas» en los distintos planes de estudio. Tarea en la que ya se ha puesto manos a la obra. Curiosamente, tanto la formación complementaria a la adquirida en las aulas de facultades y escuelas como la experiencia profesional previa están más presentes en los currículos de los alumnos con este perfil que en quienes se declaran hechos para trabajar por cuenta ajena en la Administración pública o en el sector privado. Diferencias en las que se va más allá si se tiene en cuenta el factor de género. «Aunque las mujeres tienen unos niveles superiores (un 61% frente aun 36,9) de formación extra académica, ésta es más relevante en el caso de los hombres a la hora de decidir montar una empresa o trabajar por cuenta propia como profesional liberal. A ellas las hace más proclives el haber tenido algún empleo», explica la profesora Natalia Martín Cruz, quien advierte sin embargo esto no supone que las féminas dejen de tener «un espíritu más conservador». Sexos a un lado, lo cierto es que sólo cuatro de cada diez emprendedores tienen claro en qué tipo de proyecto depositar sus esperanzas, quejándose la mayoría de la falta de apoyo institucional y reclamando más subvenciones. La Ventanilla Única Empresarial y los planes específicos de la Agencia de Desarrollo Económico de Castilla y León son las herramientas más populares, aunque no hay que olvidar que un 41,9% no es capaz de nombrar a ninguna. Datos que en general entran dentro de la lógica, tal y como comenta el catedrático Juan José Hernangómez. «Son bastante coherentes con el escaso espíritu empresarial de Castilla y León, muy por debajo del de otras comunidades autónomas», aclara antes de recordar la necesidad de una mayor «coordinación institucional» que facilite la puesta en marcha de proyectos empresariales. En el caso de los universitarios del distrito con raíces familiares en este tejido productivo, de nuevo corte. «Más de la mitad de los que se manifestaron emprendedores tenía antecedentes familiares», puntualiza la también profesora de Económicas Ana Isabel Rodriguez . El 75,3% sin intención de dar continuidad al negocio que mejor conocen.
Vía: El día de Valladolid Digital
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