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El despertar del espíritu emprendedor en China

En un sótano frío de un bloque de viviendas del noroeste de Pekín, varios aspirantes a emprendedores miran en una pantalla de ordenador el último prototipo que han ideado. A unos pocos kilómetros de allí, en una sala más lujosa con calefacción, un grupo de 30 directivos y emprendedores debaten ideas para nuevos productos y proyectos.
Ambos son una prueba del creciente apetito por las start up (empresas de base tecnológica de nueva creación) en China. "Las start up están muy de moda", confirma Yi Wang, cofundador y consejero delegado de Liu Li Shuo, una compañía que ha desarrollado una aplicación para aprender inglés con los smartphones. "Hay una tendencia clara hacia el espíritu emprendedor en el país", añade. Firmas de capital riesgo de alto nivel están buscando jóvenes emprendedores y, poco a poco, se está formando un ecosistema completo.
"Las compañías que más han influido en las vidas de la gente en los últimos años han sido compañías de Internet dirigidas por personas corrientes, emprendedores que han tenido éxito con sus proyectos", continúa Wang.
Wang es uno de los treinta alumnos del curso Stanford Ignite que impartió la escuela de negocios de la Universidad de Stanford en Pekín durante los pasados meses de octubre y noviembre. Los alumnos eran emprendedores que durante el programa ideaban planes comerciales que puede que algún día lleguen a ser compañías de gran éxito.
Yossi Feinberg, el director del curso, señala que China es un mercado de gran potencial para las start up debido a su creciente clase media en el país. La historia de Wang es la típica de la nueva raza de emprendedores chinos. Hizo el doctorado en EEUU, trabajó dos años en Google y luego volvió a Shanghái para trabajar en una compañía de márketing por Internet.
Los otros dos fundadores de su empresa tienen una historia parecida. "Cada vez hay más jóvenes chinos que estudian en el extranjero y cuando vuelven a su país no quieren seguir el camino tradicional de trabajar en una gran empresa", expone Wang.Universidad de TsinghuaEse espíritu emprendedor se puede sentir en el sótano de la Universidad de Tsinghua, donde está ubicado el x-lab. Allí, business angels hablan de proyectos de todo tipo con estudiantes y graduados de la universidad (la más prestigiosa de China), como motos eléctricas o impresoras 3D de bajo precio.
El laboratorio se creó hace 18 meses y hasta ahora unas 400 start up han usado sus instalaciones, señala su directora ejecutiva Pearl Mao. Casi 300 de ellas siguen avanzando y más de treinta ya cuentan con una financiación considerable. En el x-lab, cada jueves se celebran reuniones en las que emprendedores presentan proyectos, y los mejores pueden utilizar las instalaciones de forma gratuita.
Michael Ma, que hizo un MBA en Tsinghua en 2006, señala que "China es el mayor mercado del mundo para el aprendizaje de idiomas extranjeros". Su compañía, Beijing Peapad Education and Technology, ha desarrollado un pequeño guisante verde que habla, canta canciones y usa juegos para enseñar inglés a los niños con los smartphones de sus padres. "No hay ningún producto como éste en el mercado. Creemos que para los niños chinos es importante aprender inglés y que se puede ganar mucho dinero en este sector", dice Ma.
Ma pretende lanzar el Peapad al mercado en el primer semestre de 2015. Ofrecerá su hardware gratis, pero el software y los servicios serán de pago: "Actualmente la educación infantil en China es totalmente offline, pero creemos que dentro de unos pocos años gran parte de ella será online, incluido el aprendizaje de idiomas", defiende.
A la hora de desarrollar su producto, Ma contó con el apoyo de otras start up del x-lab que diseñaron la página web, juegos para el Peapad y un modelo a escala en 3D.
El x-lab ofrece servicios de asesoría legal sobre patentes, además de acceso al centro de diseño industrial de Tsinghua y labores de asesoramiento de business angels y firmas de capital riesgo. También ejerce de punto de conexión entre los departamentos de la universidad con fines educativos. Entre el 10% y el 20% de los estudiantes de la institución están involucrados en él de una forma u otra.
Ahora que el genio emprendedor ha salido de la botella, Wang considera muy improbable que el proceso dé marcha atrás. Su compañía se parece a una start up de Internet estadounidense: da comidas gratis y vacaciones pagadas a sus empleados. "Después de trabajar en un ambiente como éste, ¿quién estaría interesado en que le contraten en una empresa estatal?", pregunta Wang.Un mercado potencial de 1.350 millones de clientes* Desde este año China es, oficialmente, la primera potencia mundial, desbancando a EEUU, que había sido líder económico del planeta desde que superó a Reino Unido en 1872. En 2013, tenía 1.357 millones de habitantes.
* Una empresa china, ZTE, fue en 2012 la empresa que más patentes solicitó de todo el mundo, con 3.906 solicitudes (mil más que la segunda del ránking, la japonesa Panasonic). Sólo dos años antes, era una firma americana, IBM, la que encabezaba este listado.
* Mientras que en Nueva York se concentran start up de medios y en Silicon Valley, puntocom y biotech, en China hay espacio para firmas de todos los sectores.
Fuente: Diario Expansión

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